Se trata de una canción de moda que arraigó en el repertorio tradicional de la isla de La Graciosa, y que la familia de Los Toledo ha sabido mantener en el recuerdo, adaptándola a su estilo familiar, como una de aquellas viejas canciones que se popularizaron hacia mitad del siglo XX. Hay que señalar que el nombre no se corresponde con el popular baile que estuvo de moda en Europa y América en las primeras décadas del siglo XX, sino que es una utilización del nombre del famoso baile para titular familiarmente una canción antigua.