Como afirma Manuel J. Lorenzo Perera en su libro “El Folklore Maldito de las Islas Canarias”, según las diferentes partes del archipiélago se les conoce como ajeos, gritos o ajijides. Esta última es la denominación más generalizada.
En muchos eventos folklórico-religiosos los “ijides” -así se les conoce en La Orotava-, han dejado de escucharse, permaneciendo en la isla de El Hierro o en la Romería de San Roque o San Roquito, que se celebra en Garachico (Tenerife) el día 16 de agosto.
En el municipio de La Orotava nos encontramos con un gran intérprete de ijides, nuestro informante Cirilo Pacheco Valladares, quien relata como en las cavadas de viña, se realizaban múltiples ijides:
“Eso era como una fiesta. Cuando se empezaba ya no se descansaba, se iba los domingos y los días de fiestas, se ayudaban unos a otros; se iba a cavar la viña al que se le aclarara primero el verdillo”.
A lo largo del día se realizaban varios ijides, como exaltación de alegría pues era una fiesta, y como grito de ánimo para dar fuerza ante el duro trabajo. En ocasiones, de manera improvisada, se hacían piques entre distintas cuadrillas de cavadores:
“A veces nosotros estábamos cavando viñas y un poco más allá, había otros cavando la de otro vecino y más arriba otros, y uno se echaba unos ijides y le respondía otro y después el otro”.
Además de en las cavadas de viña, también se ejecutaban los ijides en las Fiestas de La Orotava, en las distintas procesiones de los Santos Patronos y también en la feria de ganado, “las reses”.