En mayo de 2004 La Agrupación Folclórica Oroval, con motivo de la celebración de su Décimo Aniversario, presentó una nueva vestimenta tradicional, correspondiente a la forma de vestir de los campesinos de la isla de Tenerife, en la época comprendida entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX.
Los efectos de la revolución industrial también afectan al vestir del canario, las transformaciones en el vestir tinerfeño se empiezan a percibir desde mediado del siglo XIX, pero es el último cuarto de siglo, cuando se puede hablar de nuevas maneras en el vestir y apreciarse bien el cambio.
Las nuevas tendencias se patentizan más entre las mujeres que transforman su vestir de la cabeza a los pies mientras, entre los hombres algunos siguen apegados a las formas antiguas.
Gran parte de las telas con las que se confección las vestimentas son importadas desde el continente europeo y muy poca es de manufactura local van desapareciendo progresivamente los telares familiares. El algodón pasa a convertirse en la materia principal en las vestimentas campesinas por su bajo costo.
Las camisas de lienzo de lino de la tierra tuvieron en los hombres mayor vigencia que en la mujer, pues en cierta manera era insustituibles, dada su gran resistencia y durabilidad en los rudos trabajos de campo. No obstante la baratura de los géneros de importación ante el complicado proceso de manufactura del lino, hicieron que las nuevas telas acabaran imponiéndose.
Perdura del siglo pasado, aún en esta etapa, el uso de la manta canaria.
